Muchas de las fábricas tienen una o varias líneas paradas ante la contracción de la demanda · La AIQB alerta de que las fábricas sólo podrán sostener la situación "durante un tiempo limitado"La crisis avanza y sigue haciendo mella en las industrias químicas del Polo. Si a finales del pasado año el alza de las materias primas y la contracción de la demanda, además de la caída del precio de muchos productos, obligaban a disminuir la producción, al cierre del primer trimestre de 2009 la situación no ha mejorado y en el conjunto de las químicas (las industrias energéticas siguen otro ritmo) se está por debajo del 50% de la capacidad de producción. Esa es la estimación que hace el presidente de la Asociación de Industrias Químicas y Básicas (AIQB), Gerardo Rojas, quien resalta que "ha habido algunos cambios en algunos productos, pero no una mejoría general". Tioxide, Fertiberia y Cepsa Química tienen alguna de sus líneas de producción paradas y otras industrias, como es el caso de Ercros o Foret llevan meses con una actividad por debajo de lo normal.
La coyuntura más grave es la que pasa Tioxide, en la que la subida de las materias primas del pasado año se sumó al descenso de la demanda provocado por la crisis económica causando la parada de sus dos líneas de producción de dióxido de titanio (usado fundamentalmente para la producción de pintura). En la actualidad sólo está funcionando una de ellas, con el objetivo de producir 10.000 toneladas este año.
En el caso de Fertiberia Huelva, aparte de su particular coyuntura sobre la necesidad de cesar los vertidos de fosfoyesos, la fábrica ha estado meses en el entorno de un 30% de su capacidad de producción con sólo dos líneas de ácido fosfórico abiertas. La parada de dos de las líneas partió de la falta de mercado para sus productos, con una fuerte disminución de las ventas, pero a esto se suma la propuesta presentada a la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa para reducir ya a un 50% la producción de fosfoyeso, motivo que la empresa arguye para cerrar ya las dos plantas que están sin producir. Por ahora mantiene sus 350 trabajadores, aunque la propuesta de la empresa supondría ejecutar un ERE sobre alrededor de una quinta parte de la plantilla.
Su homónima de Palos de la Frontera, productora de amoníaco y urea, ya está al 100% de su capacidad de producción después de la parada que realizó entre los meses de diciembre y febrero, motivada por el elevado coste del gas natural y la fuerte disminución del precio de sus productos. Ahora, según fuentes de la empresa, el mercado se está normalizando, aunque a un ritmo más lento de lo habitual.
Pero frente a la recuperación de esta fábrica de Palos se sitúa el empeoramiento de la situación por la que pasa Cepsa Química, antes Ertisa, con una línea de fenol sin producir después de que la planta esté a un máximo del 75% de su producción y con unos ingresos por ventas que sólo llegan al 28% de lo presupuestado. Los resultados del mes de febrero dejaron en mala situación económica a la fábrica, que cerró el mes en negativo al no generar los suficientes recursos para cubrir los gastos fijos. También Foret ha notado el fuerte descenso de las ventas, ante el que la producción ha bajado, pero los efectos sobre el empleo se están reduciendo a algunas jubilaciones anticipadas.
La situación de las químicas no es pues halagüeña para los próximos meses, aunque por ahora no se están sufriendo en forma de disminución del empleo en todas las fábricas. Sin embargo, advierte el presidente de la AIQB, las industrias podrán sostener esta situación durante un periodo de tiempo limitado, ya que "si se prolonga mucho podríamos encontrarnos algunas posiciones más complicadas". Por ahora Rojas no cree que la situación llegue al punto de desaparecer alguna de las fábricas, pero sí "las hay que saldrán seriamente tocadas, y también podríamos ver paradas de producción totales y perjuicios en el empleo" de continuar la crisis. Frente a ello también contrapone un mensaje más optimista: "En otros países y sectores se ven algunos leves signos que podrían indicar una recuperación".
En distinta situación se mantienen las industrias de otros sectores. En el caso de Ence, la producción no se ha visto afectada a pesar de la fuerte caída de precios que se produjo a finales del pasado año, que deja a la pasta de papel en un valle de precios, aunque también ha podido influir en ello el hecho de que la factoría de la compañía en Navia aún no está funcionando al total de su capacidad tras la realización de obras de ampliación y otra fábrica, Pontevedra, está parada. Frente a ello se viene aplicando un plan de contención de gastos, una de las expresiones más repetidas por las empresas en los últimos meses.
También en aquellas que presentan resultados positivos. En este capítulo estarían las industrias energéticas de la provincia, como Enagás, que cerró el mes de marzo con un incremento de un 17% en la entrada de gas natural licuado a pesar del descenso de consumo de gas que se está notando a nivel nacional frente al año anterior, en el que se batieron récords de consumo por el elevado uso de gas para la producción de electricidad. Además, la empresa se encuentra inmersa en la construcción de su quinto tanque de almacenamiento de GNL, con un presupuesto aproximado de 100 millones de euros.
También el refino de petróleo se mantiene frente a la crisis, con Cepsa produciendo al 100% de su capacidad pese a finalizar el pasado año con unos resultados inferiores a los de 2007. Y en el caso de los ciclos combinados, de Endesa y Unión Fenosa, ambas cerraron el pasado año con un aumento de los beneficios, con un incremento de los ingresos de generación de un 27,4% en el caso de Fenosa.
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